Es el segundo (y mejor) avance del que será su primer disco en los últimos 24 años.
Pasan los días y se suceden los adelantos del esperadísimo nuevo álbum de Everything But The Girl, el dúo que los británicos Ben Watt y Tracey Thorn formaron en los años ochenta, cuando se conocieron en la Universidad de Hull, y que luego afianzaron, ya siendo pareja, en una exquisita carrera que duró hasta 1999.
Everything But The Girl hicieron pop indie, pop orquestal, pop acústico, se acercaron a las cadencias de la bossa nova y finalmente se adentraron en terreno electrónico con incursiones en el drum’n’bass (fusionado con sus particulares melodías) y en un pop electrónico de más amplio espectro. Podría pensarse que ya lo habían dicho todo cuando decidieron retomar sus carreras en solitario a principios de este siglo. Pero no. No fue así.
Contra todo pronóstico, Watt y Thorn anunciaron hace unas semanas que volvían. Su nuevo álbum, el primero desde 1999, se llamará Fuse y estará disponible el próximo 21 de abril. Esta “Caution to the Wind” es el segundo de sus adelantos, y lo cierto es que recupera el mejor tono del dúo, como si fuera una continuación lógica de su último trabajo juntos. Ilusiona pensar que el resto del disco pueda estar a la misma altura de esta especie de sad banger.
Tracey Thorn la la descrito como “una canción sencilla sobre atrapar el momento, algo que intentamos hacer con la música: capturar el sentimiento de un punto perpetuo en el tiempo”. Ben Watt, por su parte, ha dicho que la canción se desarrolla “en ciclos de anticipación y liberación”, como si instrumentalmente también jugaran con esa idea cíclica de la vida, en una composición que considera “un clásico de discoteca en plena fase de tensión y euforia”. Contamos los días hasta el 21 de abril.
Foto de portada: Edward Bishop.